VIAJE POR LAS COSTUMBRES USOS Y TRAJES DE AFRICA

Este panorama pintoresco de los pueblos de África, más allá del curioso y ameno caudal de informaciones que proporciona, y más allá del valor actual de éstas, constituye un interesante documento que ilustra la mentalidad y las actitudes de los europeos del siglo XIX en relación con los pueblos africanos y con los procesos de colonización. Este libro presenta un curioso y abigarrado panorama de los pueblos de África tal como los veían los europeos de la primera mitad del siglo XIX. Bebiendo en una gran disparidad de fuentes -desde los geógrafos griegos hasta los reportajes de los viajeros contemporáneos—, la información que ofrece es, naturalmente, de consistencia muy diversa: la de los capítulos que tratan de las poblaciones del Norte de África y de otras zonas costeras del continente es mucho más precisa que la que ofrece sobre los habitantes del interior, muy desconocido todavía en aquellas fechas. Pero lo más interesante del libro —aparte del delicioso sabor añejo de su estilo y sus ilustraciones— es quizás el retrato que, a través de su visión de los indígenas y sus costumbres, presenta de la mentalidad europea del siglo XIX en relación con los procesos de colonización, presentados como una acción «benéfica» del mundo «civilizado» destinada a liberar a los «salvajes» de sus «abominables supersticiones» y su «atraso» económico y social. El texto da pie a reflexionar sobre la mentalidad, las actitudes y las ideologías (en gran parte todavía vivas en la actualidad) de los europeos en la época de máximo apogeo del mito del progreso, y nos ayuda a tomar conciencia del cúmulo de prejuicios y apriorismos que condicionan nuestra relación con los pueblos de civilizaciones no occidentales en un mundo globalizado.