CARTAS QUE NO LLEGARON

Mediante Las cartas que no llegaron Rosencof nos dibuja un relato de la época y del convulsionado momento político que vivía el Uruguay en 1970, como así paralelamente nos cuenta los horrores de los campos de concentración nazi en la Segunda Guerra Mundial. El contenido de esta historia es profunda y triste, es la búsqueda de la identidad y las raíces de Rosencof pero también es la de todos los que han perdido las raíces y la identidad colectiva. Para poder sobrevivir a los horrores de la cárcel, donde la humillación y la tortura, el aislamiento, la soledad, la incomunicación era su diario vivir, comenzó a recrear su infancia e inventar unas cartas en las que su familia de Polonia contaba como fie desapareciendo poco a poco en el holocausto nazi. El no saber, la certeza de dónde están las personas que amamos. En Las cartas que no llegaron se representa la historia familiar de persecución, partidas, sufrimientos y muerte que constituyen su identidad y que definen sus lazos emotivos. El grito que le llega a Mauricio en el calabozo le hace iniciar el viaje al pasado, en búsqueda de las palabras perdidas en el camino. Le escribe a su padre. La cárcel, como es us vida (o “no vida”) desde su “dos por dos metros”. Intentando recomponer la memoria perdida en el tiempo, la de sus padres su hermano y su familia en Polonia. Todo escrito desde memoria, sin papel ni lápiz. “Y estas son las cartas, mi Viejo, que te quise escribir desde donde escribir no se podía, y que te escribo hoy, mi Viejo, desde donde sí puedo, junto a una ventana que durante tantas eternidades no tuve…”